Rizando el rizo
En casi todas las matrices que fabricamos en Matricería Palanca la validación de la pieza se realiza mediante el plano de la pieza y verificando las cotas de la pieza con sus tolerancias, pero hay un sector que riza el rizo en este aspecto, los precintos de seguridad. En este caso solo trabajan con 3 cotas, alto , ancho y largo.
Lo peor es el control de fuerzas, el tic de la pieza esta en los kilos de entrada del precinto y la capacidad de rotura del mismo, esto hace que todo se complique mucho y que sepas un poco más de lo que tienes que saber, a que ángulo desliza suave , a que ángulo genera la rotura, para esto hay algo de teoría y mucha practica y aún después de muchos años de práctica aún hay que ir jugando con ángulos, dobles ángulos, anchuras y radios, la pieza la puedes ver bien, la puedes ver funcional, pero hasta que no la pones en el dinamómetro no sabes si está bien o no.
Lo bueno es que según vas tocando vas viendo la evolución y vas aprendiendo como influye cada ángulo en la pieza.
Todos los dobles de la pieza tienen que ser regulables, ya que cada bobina de material se comporta de una manera diferente, sin regulación no se podría fabricar, además de usar fleje con gran dureza, teniendo que emplear aceros especiales por las producciones tan elevadas que se tienen que fabricar.
En este caso el objetivo de mi cliente era que estará en precinto por debajo de los 4 kg, y, la verdad, hemos superado la prueba con creces.
Toda esta carrera con los precintos de seguridad empezó gracias al Sr. Palop, mi maestro de diseño industrial y un gran pensador mecánico, era capaz de ver cosas donde nadie veía nada y capaz de destrozarte un plano con su boli rojo en 2 minutos, que grande era y que cabeza tenia.
Gracias Sr Palop por todo lo que me enseño, que no fue poco, lo que más, su gran pasión por la Matricería y el diseño.